Para el juego de análisis he decidido utilizar como referencia a un artista de mi país, el artista venezolano Carlos Cruz-Diez, uno de los representantes más importantes del arte cinético a nivel mundial. Y qué mejor forma de hacerlo que con un parchís...
A decir verdad me costó mucho decidir el juego en sí, porque escogí un artista un poco difícil de plasmar en la mayoría de juegos. Por ello me centré más en representar su arte que en crear un juego único e innovador. Y así acabé en el parchís, que cuenta con un tablero en el cual es fácil colocar cualquier tipo de arte y tematizarlo.
Sin embargo, no me alejé de las innovaciones y decidí darle un pequeño giro al parchís tradicional. De este modo, coloqué sellos de colores en ciertas casillas, las cuales al mejor estilo del Monopoly ocasionan una acción en el jugador.
Básicamente si caes en una casilla amarilla, debes coger una carta de ese color, y del mismo modo si caes en las casillas moradas. Las cartas amarillas otorgan efectos que se pueden utilizar a conveniencia, desde poder devolver una ficha oponente a la base hasta tener un 6 de dados garantizado; mientras que las cartas moradas tienen un carácter inmediato, pues debes cumplir la acción que enmarcan tan pronto como saques la carta, desde retroceder espacios, perder el turno o incluso cambiar de lugar con otra ficha. Del resto, se juega como un parchís común y corriente.
Uno de los parámetros que María nos colocó a la hora de crear el juego, era que debíamos incluír lo que habíamos aprendido de los colores de forma evidente y visible. Por ello, opté por abarcar todo el juego en este planteamiento.
En mi parchís, los cuatro colores de los jugadores son azul, verde, rojo y naranja en lugar de amarillo. Esto se debe a que el rojo y el verde son colores complementarios, de igual forma que el azul y el naranja, y por ello los he colocado en frente. De este modo, cada color está en frente de su complementario y al lado de uno de sus adyacentes (ejemplo; el azul está en frente del naranja y al lado del verde). De la misma manera, las casillas especiales son de color amarillo y morado, los dos colores restantes y los cuales son complementarios entre sí.
A decir verdad me costó mucho decidir el juego en sí, porque escogí un artista un poco difícil de plasmar en la mayoría de juegos. Por ello me centré más en representar su arte que en crear un juego único e innovador. Y así acabé en el parchís, que cuenta con un tablero en el cual es fácil colocar cualquier tipo de arte y tematizarlo.
Sin embargo, no me alejé de las innovaciones y decidí darle un pequeño giro al parchís tradicional. De este modo, coloqué sellos de colores en ciertas casillas, las cuales al mejor estilo del Monopoly ocasionan una acción en el jugador.
Básicamente si caes en una casilla amarilla, debes coger una carta de ese color, y del mismo modo si caes en las casillas moradas. Las cartas amarillas otorgan efectos que se pueden utilizar a conveniencia, desde poder devolver una ficha oponente a la base hasta tener un 6 de dados garantizado; mientras que las cartas moradas tienen un carácter inmediato, pues debes cumplir la acción que enmarcan tan pronto como saques la carta, desde retroceder espacios, perder el turno o incluso cambiar de lugar con otra ficha. Del resto, se juega como un parchís común y corriente.
Uno de los parámetros que María nos colocó a la hora de crear el juego, era que debíamos incluír lo que habíamos aprendido de los colores de forma evidente y visible. Por ello, opté por abarcar todo el juego en este planteamiento.
En mi parchís, los cuatro colores de los jugadores son azul, verde, rojo y naranja en lugar de amarillo. Esto se debe a que el rojo y el verde son colores complementarios, de igual forma que el azul y el naranja, y por ello los he colocado en frente. De este modo, cada color está en frente de su complementario y al lado de uno de sus adyacentes (ejemplo; el azul está en frente del naranja y al lado del verde). De la misma manera, las casillas especiales son de color amarillo y morado, los dos colores restantes y los cuales son complementarios entre sí.
Comentarios
Publicar un comentario