Hemos asistido en grupo al Palacio de Cristal en el Retiro para visitar la exposición Invisibles de Jaume Plensa. En ella se presentan tres enormes esculturas casi idénticas, que consisten en representaciones de tres cabezas humanas haciendo la señal de silencio con una de sus manos.
Es una obra bastante sorprendente a primera vista no sólo por el tamaño, sino por la transparencia. Efectivamente, estas esculturas hacen perfecta alusión al título de la exposición, pues carecen de volumen visual por estar compuestas de alambres o mallas muy próximas. De hecho, en fotografías apenas se distinguen las figuras. La señal de silencio puede interpretarse como que quieren mantenerse "inexistentes", sin producir sonidos para contribuir a su aparente invisibilidad.
Es una obra bastante sorprendente a primera vista no sólo por el tamaño, sino por la transparencia. Efectivamente, estas esculturas hacen perfecta alusión al título de la exposición, pues carecen de volumen visual por estar compuestas de alambres o mallas muy próximas. De hecho, en fotografías apenas se distinguen las figuras. La señal de silencio puede interpretarse como que quieren mantenerse "inexistentes", sin producir sonidos para contribuir a su aparente invisibilidad.
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